viernes, 11 de noviembre de 2011


Confusa, extrañada, decepcionada. Así te sientes cuando te dan la espalda, cuando alguien al que tú has ayudado siempre que lo ha necesitado se desentiende de ti. No encuentras razón, no la hay. Tú, pasando malos momentos y él, pasando de ti. A veces sientes que te quedas sola, perdida y, aún más con este nuevo hecho de que no te ayude quien tú pensabas que lo daría todo por ti. No debes parar, debes seguir, seguir para lograr solucionar aquello que te ocurra y nunca mires atrás. Si esa persona no acude a ti no te desesperes, espera, ten paciencia y llegará el momento en el que se dará cuenta de lo que va a perder y volverá contigo. Si no vuelve, pasa, mira un futuro y no un pasado. Olvídala, aunque sea difícil.

1 comentario:

  1. Mi abuela siempre dice que quien se fue sin que le echen volverá sin que le llamen. Claro que a veces no vuelven, y entonces hay que aplicar otro dicho popular que si que es inflible: todo pasa por algún motivo. Un abrazo.

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